De esta manera, el país británico busca una libertad que le permita, en palabras de la primera ministra, elegir "desde el nombre de la comida hasta las decisiones sobre el control migratorio".
May señaló también que las relaciones de Londres con Bruselas tras abandonar la Unión Europea no serán semejantes a las del modelo de Suiza y Noruega. "Será un nuevo acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea".
Pero aunque el proceso apenas empieza, la economía del Reino Unido ya comienza a sentir las primeras consecuencias. La libra esterlina ha caído con respecto al dólar a su nivel más bajo desde 1985. Los pronósticos con respecto al PIB en 2017 tampoco son muy alentadores y prometen un crecimiento de tan solo el 1,1%.
Por otro lado, el Banco de Inglaterra ha bajado las tasas de interés para recuperar la confianza de los inversores y espera proteger la economía nacional ante la futura salida de la unión. May, por su parte, ha revelado que el Reino Unido ya está pensando en firmar tratados comerciales bilaterales con diversos países, entre ellos EEUU.
Por su parte, las relaciones económicas con los países de la UE dependerán de la disposición de Londres a cumplir las Cuatro Libertades Fundamentales de la unión: la libre circulación de mercancías dentro del mercado interior, la libre circulación de trabajadores, la libre circulación de servicios y la libre circulación de capitales.
Por ahora no está claro cuán fuertes serán las consecuencias del Brexit. Es posible que la salida del Reino Unido acabe con la UE, pero también pude darse una situación en que la salida del gigante británico no afecte en nada a la organización o al país saliente.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 26 июня 2016 г.
Seguramente, la respuesta la tendremos no en 2017, sino en 2019, cuando el proceso de salida esté finalizando, concluye el artículo.