Se espera que el huracán pase cerca de la ciudad de Jacksonville, en el estado de Florida, el 7 de octubre. La tormenta va a llegar acompañada de olas de 1,5 a 3 metros de altura. Los ciudadanos ya han sido advertidos de que no deben acerarse a las playas.
Scott dijo que es el momento de marcharse de la zona antes de que la tormenta se acerque.
"Hay que evacuar la zona. La tormenta puede matar, no esperen", dijo Scott. "Si me están viendo y viven en una zona de evacuación, tienen que salir ahora mismo. ¡Evacúen, evacúen, evacúen!", avisó.
A aquellos que no quieren abandonar sus hogares, Scott les pidió que reconsiderasen su decisión.
"Si se niegan a la evacuación, piensen en todas las personas que la tormenta ya ha matado", afirmó el gobernador. El suministro actual de gas va a durar para los próximos seis días, añadió.
El huracán se está fortaleciendo sobre las Bahamas noroccidentales y es muy probable que su categoría suba hasta el nivel 4 —sobre 5— con vientos de unos 125 kilómetros por hora en algunas zonas. Por el momento, la cantidad de víctimas mortales del desastre asciende al menos a 112 tras su paso por Haití, la República Dominicana, Colombia, Cuba y San Vicente y las Granadinas.



