En su artículo, Robert Wall, editor principal de temas de aviación de The Wall Street Journal, analiza los recientes avances de las potencias mundiales.
Se espera, explica Wall, que algunos de los nuevos aviones de combate y sistemas antiaéreos se pongan en funcionamiento en los próximos años. Por lo tanto, las acciones de Rusia y China presionan a EEUU a impulsar el desarrollo de sus propios aviones de combate de última generación, asevera el experto.
"El reto más acuciante para la Fuerza Aérea de EEUU es el ascenso de sus competidores, que disponen de herramientas militares avanzadas, capaces de rivalizar con las nuestras", afirmó David Goldfein, general estadounidense y jefe de personal de la Fuerza Aérea.
Aviones de combate
Los cazas monoplazas y bimotor F-22, capaces de alcanzar una velocidad dos veces superior a la del sonido, están considerados los 'Ferrari' del aire. Construido para derribar aeronaves enemigas, el F-22 ha evolucionado hasta convertirse en un bombardero que puede hacer acopio de información de inteligencia sobre los territorios enemigos.
No obstante, precisa Wall, la mayoría de los aviones de combate estadounidenses hunde sus raíces en la década de los 70. Así, el cazabombardero F-15 y el caza monoplaza F-16 han estado operativos desde 1975 y 1979, respectivamente.
Además, Rusia desplegó sus últimas naves de combate —el bombardero Su-34 y el caza Su-35— en Siria.
La estrategia de China acerca de la construcción de cazas ha cambiado recientemente. Así, a lo largo de la historia, la aviación militar del país asiático había dependido de los diseños rusos, utilizándolos bajo licencia.
El Ministerio de Defensa de China no tardó en responder expresando su "fuerte descontento y firme oposición al comentario inapropiado de EEUU acerca de los asuntos relacionados con el desarrollo de armas", apunta Wall.
Por el momento, Norteamérica mantiene la ventaja, puesto que sus aviones radar ya están en funcionamiento, mientras que Rusia y China están desarrollando los suyos. No obstante, no son aviones de combate los que suscitan preocupación en Washington.
Sistemas antiaéreos
Según Wall, además de implementar el sistema en Crimea en medio de la escalada de tensiones con Ucrania, el Kremlin planea comercializarlo para la venta en el extranjero.
En 2016, China desplegó su complejo de defensa contra misiles de aire, el HQ-9, en las islas Paracelso, en disputa con Vietnam, que se ubican en el mar de China Meridional.
Además, recientemente la Marina de EEUU inició una evaluación de 18 meses de cómo modernizar su caza polivalente F/A-18E/F Super Hornet. A pesar de que el Pentágono todavía no ha definido las atribuciones del nuevo avión, los mayores fabricantes de estos aparatos —Boeing, Lockheed Martin y Northrop Grumman— ya han empezado a presentar sus diseños y proyectos futuristas.
Los ministerios de Defensa europeos también empiezan a considerar la introducción de nuevos sistemas antiaéreos.
Alemania, por su parte, quiere reemplazar sus Tornado —desarrollados en cooperación con Italia y el Reino Unido y puestos en funcionamiento hace 37 años— por aviones de combate más avanzados, tanto tripulados como drones.
Por su parte, París, además de cooperar con Londres en nuevos proyectos, planea actualizar su caza Rafale para mantener su eficacia en caso de nuevas amenazas.