"Después de que Mursi y sus partidarios sean puestos en libertad, podrá iniciarse la normalización de nuestras relaciones con Egipto", dijo Erdogan en una entrevista con la cadena saudí Rotana.
Opinó que "el desarrollo de los lazos comerciales con Egipto fue un paso positivo para Turquía, pero las negociaciones con la parte egipcia con mi participación personal son inaceptables desde el punto de vista moral".
Las relaciones turco-egipcias se deterioraron tras el derrocamiento del presidente proislamista Mursi, el 3 de julio de 2013.
Erdogan condenó la destitución de Mursi al que consideró presidente legítimo de Egipto.
En agosto de 2013, Turquía y Egipto llamaron a consultas a sus respectivos embajadores, tras lo cual El Cairó declaró persona no grata al embajador turco y Ankara, a su vez, declaró persona no grata al embajador egipcio.