"Una condición importante para la normalización de la situación política en Venezuela consiste en la limitación al máximo de los intentos de injerencia en los asuntos intertos del país perpetrados por parte de los partidarios regionales de la oposición local y de Occidente", argumentó el diplomático ruso.
"Para preservar la estabilidad política en el país y superar el actual nivel de confrontación entre los dos bloques antagonistas, es necesario como nunca un diálogo nacional, tal y como lo muestran las encuestas", dijo.
El embajador precisó que la mayoría de los venezolanos abogan, de acuerdo a los sondeos, por un diálogo entre el Gobierno y los empresarios para reducir los agudos problemas que atraviesa el país.
"En cuanto a las modalidades del movimiento de protesta en el país me alegra destacar que los líderes de la oposición subrayan constantemente su carácter pacífico y constitucional", señaló Zaemski.
Recordó que el uso de la fuerza en las protestas masivas de 2014 provocó varios muertos y heridos.
"Sirvieron de prevención para el futuro los cargos penales contra varios organizadores de aquella masacre", estimó.
Rusia rechaza la intervención destructiva externa en los asuntos de Venezuela, declaró el embajador de Rusia en Venezuela, Vladímir Zaemski.
"Las intromisiones destructivas del exterior son improcedentes", dijo en una entrevista a Sputnik.
Agregó que "nadie tiene derecho de imponer 'los escenarios de color' de las tecnologías radicales conocidas que desestabilizan la situación".
Rusia considera que la solución de la crisis política en la que se encuentra sumida Venezuela está en manos del propio pueblo de la nación caribeña, aseveró el embajado.
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"Rusia parte del criterio que la solución política de los problemas de Venezuela debe ser hallada por el propio pueblo venezolano, que en su momento eligió a sus autoridades legítimas", defendió el diplomático ruso.
El funcionario también subrayó el necesidad del diálogo nacional en Venezuela.
Añadió, que Rusia apoyará en el caso necesario los esfuerzos para establecer un diálogo nacional en Venezuela.
Destacó los esfuerzos de varios políticos venezolanos para lograr el entendimiento mutuo entre las fuerzas políticas.
"Esperamos que estos pasos desemboquen finalmente en un resultado positivo; estamos dispuestos a unirnos a ellos en el caso de necesidad", indicó el embajador.
Venezuela vive una aguda crisis económica y política originada en la caída de los precios internacionales del petróleo, su principal producto.
En ese contexto, tanto el presidente venezolano, Nicolás Maduro, como importantes funcionarios del Gobierno, han acusado a EEUU y a la OEA de llevar a cabo acciones desestabilizadoras y apoyar a grupos extremistas que buscan desatar el caos en esta nación.
Para el Gobierno, la crisis es parte de una guerra económica de la cual forma parte la manipulación del mercado petrolero.
