La nueva creación de la empresa nipona planea revertir la tendencia demográfica que ha convertido a Japón en el país desarrollado más viejo de todo el mundo, señaló la revista Fortune.
El Kirobo Mini tiene un tamaño bastante pequeño y cabe en la palma de la mano de su dueño. El bebé robótico parpadea y habla con una voz aguda idéntica a la de un bebé. Además, el robot viene acompañado de su cuna, donde puede 'descansar'.
"Se tambalea un poco, como hace un bebé sentado que todavía no ha desarrollado plenamente las habilidades para equilibrarse. Esta vulnerabilidad tiene el objetivo de invocar una conexión emocional", declaró Fuminori Kataoka, ingeniero jefe de diseño del bebé-robot.
Cabe destacar que Japón afronta una crisis demográfica sin precedentes para un país que no se encuentra en guerra o asolado por problemas graves como la hambruna o alguna epidemia.
En las últimas cinco décadas, los nacimientos en el país asiático se han reducido a la mitad, según estadísticas oficiales del Gobierno nipón.