Los lingüistas predicen que para el año 2066 el sonido "th" —los sonidos 'θ' y 'ð', según el Alfabeto Fonético Internacional— cesará de existir porque muchos extranjeros tienen dificultades para pronunciar estas consonantes interdentales —que se producen colocando la superficie de la lengua contra los dientes incisivos superiores—.
Los idiomas cambian cuando entran en contacto uno con otro. El inglés ha prestado miles de palabras a otros idiomas: francés, latín, griego, y hay mucho más préstamos de decenas de lenguas.
Dentro de las décadas que vienen la inmigración alterará en esencia el idioma. El sonido "th" puede ser sustituido con los "f", "d" o "v", es decir la palabra 'mother' [mʌðəɹ] —'madre'—, será pronunciada como 'muvver' [mʌvəɹ], la palabra 'thick' —'grueso', [θɪk]— será [fɪk].
Otros cambios posibles son la omisión de yod —[j], aproximante palatal—, o sea la palabra 'duke' —'duque' [djuk]— será pronunciada como [du:k], mientras 'news' —'noticias' [njuːz]— será pronunciada como [nuːz].
Una novedad será la incorporación del lenguaje de los internautas, que entra ya en la vida cotidiana. Pronto en las calles de Londres se podrá oír a la gente decir 'tagLOL' —riendo a carcajadas— o 'toteschill' —totalmente tranquil—.
El medio señala que tarde o temprano los dialectos tradicionales quedarán fuera del uso y perecerán, mientras palabras de la jerga formarán parte de diccionarios respetados, como pasa anualmente. Algunas como 'selfi' o 'emoji' han recibido recientemente estatus oficial.