El reporte destaca que Chile ha logrado aumentar su competitividad al resolver sus problemas en el ámbito de la educación.
Situado en el puesto 33, Chile es seguido por Panamá, que ocupa el lugar 42 de la clasificación. Según los cálculos del FEM, este país centroamericano debe su posición privilegiada en la región al desarrollo de su mercado financiero.
Aunque ambas naciones han mostrado índices muy altos, la competitividad de otras naciones de la región se ve muy afectada por los grandes cambios que se producen en su entorno macroeconómico.
El primer cambio al que las economías regionales tuvieron que hacer frente es a la disminución de los precios de las materias primas. Los países que sufrieron mayores daños por este factor son, en la mayor parte, los principales exportadores de petróleo.
Recientemente se produjo una relativa depreciación de las monedas nacionales que en teoría tendría que aumentar el saldo de la balanza comercial de varios países, pero, en la práctica, no se han logrado recuperar sus exportaciones.
El saldo de la balanza comercial es un indicador macroeconómico que revela la diferencia entre las exportaciones y las importaciones de un país. Si las exportaciones de un estado exceden a sus importaciones se considera que este país cuenta con un saldo positivo, de lo contrario, se produce un déficit y por lo tanto 'compra más de lo que vende'.
Habitualmente la depreciación de las monedas nacionales es un mecanismo que busca favorecer la exportación al rebajar los precios de venta, pero a pesar de haber utilizado esta estrategia, las depreciaciones no han ayudado a algunos países de la región, que han visto su competitividad dañada.