"Tengo que hablar del papel que los medios de comunicación no democratizados del Brasil, por el contrario, autoritarios y en manos de seis grupos familiares, jugaron y de cómo fueron un factor determinante en el golpe parlamentario que derrocó a la presidenta Dilma Rousseff", señaló Almeida, gerente de la Red de TV Comunitaria de Brasil.
En opinión de Almeida, la exmandataria "fue acusada sin pruebas de ser una irresponsable fiscal".
Almeida también criticó que su país no cuente con una ley de medios, como sí la tienen Ecuador y otras naciones.
La ausencia de esa norma en Brasil, continuó, ha permitido que "la salvajería sea tolerada y que se permita el tipo destructivo de comunicación fascistoide, absolutamente dictatorial y anticivilizatoria de los medios privados del país, que representan casi 90% de todos los medios".
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El comunicador reprochó también que el trabajo de los medios de comunicación no haya ido acorde a las transformaciones del país mientras el Partido de los Trabajadores estuvo gobernando, primero con Lula Da Silva y luego con Rousseff.
"No hicieron mínimamente periodismo; tenemos un país donde 40 millones de personas salieron del hambre, Brasil salió del mapa del hambre de la ONU, y eso nunca fue titular ni en los periódicos ni en la TV Globo (Rede Globo) que nació después del golpe militar de 1964 para ser la caja sonora de la dictadura", acusó Almeida.
El también exdirector ejecutivo de la extinguida Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) sostiene además que entre el partido judicial y el partido mediático argentino están sosteniendo estas causas "inventando cosas y generando una disputa por el sentido común, por la hegemonía de la palabra".
"Un gobierno de pocos necesita poca palabra y pocas voces y por eso (el actual gobierno de Mauricio Macri) destruyó la ley de medios, porque para ellos la comunicación es tratada como una mercancía para que la puedan comprar los que tienen plata y nada más, y el rol de los grupos hegemónicos es hacer el cerco mediático para que puedan avanzar", puntualizó Sabbatella.

Asimismo, hizo un mea culpa al reconocer que durante el kircherismo debieron "haber avanzado en una reforma constitucional, que pueda avanzar en reforma judicial y lograr que estos derechos adquiridos tengan rango constitucional".
Sin embargo, los dos expertos latinoamericanos expresaron su confianza en que la izquierda vuelva al poder en sus respectivos países en el corto tiempo.
"La comunicación no acompañó al proceso de conquistas económicas y sociales y ese divorcio fue fatal, pero volveremos un día para terminar lo que no fue hecho", añadió Almeida.
El ELAP se desarrolla en Ecuador hasta el viernes y en él se abordan temas como el pacto ético relativo a paraísos fiscales, el proceso político de América Latina y la economía.