Lo que realmente sorprendió a los expertos fue el hecho de que los investigadores utilizaran las redes sociales como principal fuente de información.
"Tuvieron la posibilidad de analizar las imágenes de la inteligencia aérea tomadas en la radiación infrarroja así como utilizar la inteligencia electrónica óptica. Y entonces, recrear lo que pudo haber pasado a través de una sobreposición. Esto se hace de manera muy simple. En vez de esto, presentan como pruebas unas fotografías de mala calidad, tomadas de las redes sociales", según comentó a RT el piloto militar y científico, Vladímir Popov, que agregó que la investigación no dice nada acerca de las imágenes satelitales proporcionadas por Rusia.
"Es una farsa. Es evidente que la investigación está politizada y tiene como objetivo acusar a Rusia", detalló.
"Fue estúpido no disponer de las imágenes y conversaciones [tomadas de las redes sociales] durante dos años. Y en la conferencia de hoy, las presentaron, a pesar de que nadie les prohibía publicarlo todo antes", declaró. Kaláshnikov subrayó que los nombres que aparecen en las conversaciones —Lionia y Nikolaich— utilizados por la parte holandesa para acusar a Rusia, también son populares en Ucrania.
El 17 de julio de 2014, un Boeing 777 de la compañía Malaysia Airlines con 298 personas a bordo que realizaba el vuelo MH17 de Ámsterdam a Kuala Lumpur fue alcanzado por un misil cuando sobrevolaba la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania. No hubo supervivientes.
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Ucrania responsabilizó de la catástrofe a los rebeldes de Donetsk, que rechazaron las acusaciones al afirmar que no disponían de armas capaces de derribar un avión a más de 10.000 metros de altura.