Trabajadores públicos de Argentina anuncian éxito del paro contra el Gobierno

"El paro supera el 90% de acatamiento en todo el país", manifestó el secretario general de la Unión Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, en un comunicado.

El paro del principal sindicato de los trabajadores del Estado recibe el apoyo de varios gremios de docentes, de profesionales sanitarios, de funcionarios del Poder Judicial, de la administración pública y de universitarios.

Desde las redes sociales, el secretario general de ATE, Hugo "Cachorro" Godoy, advirtió que "de no cambiar la política económica, vamos a hacer 20 paros más".

La medida de fuerza tiene un doble objetivo: por un lado, reclaman incrementos salariales para compensar la inflación, que llegó al 43,5% en el último año según el IPC Congreso, una medición que ofrecen diputados opositores en base a los estudios de varias consultoras privadas.

También exigen "la reincorporación ya de todos los despedidos" y el pase a planta permanente de los trabajadores con contratos temporales.

Por otro lado, el paro nacional tiene la intención de presionar a la reunificada Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central obrera del país, que se muestra reticente a determinar una fecha en concreto para la huelga general que prometen realizar, y que sería la primera que enfrentaría el Ejecutivo desde que asumió en diciembre de 2015.

Las dos ramas de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), anunciaron que para principios de octubre llevarán a cabo el paro general con o sin la CGT, a la espera de que la organización salga de su próximo Congreso Confederal, previsto para el próximo 27 de setiembre, con una actitud más contundente.