El último caso parece más grave aún, ya que se trata de una explosión en la propia plataforma de lanzamiento, al parecer, provocada por el exceso de presión en el sistema de propulsión. Este es un caso extremadamente raro hoy día, dice el especialista.
La empresa SpaceX busca hacer los lanzamientos espaciales más baratos. Para ello, sus ingenieros y el propio Elon Musk —líder del proyecto—, se proponen crear un cohete espacial reutilizable.
"Ahora, lo que deberíamos preguntarnos es si un cohete con esos niveles de fiabilidad puede pasar a ser usado más de una vez. Para eso el Falcon 9 debe mostrar un 100% de seguridad", explica el experto.
Según Angelis, no es factible crear este tipo de cohetes reutilizables, señalando que ninguno de los principales actores de la industria espacial —Rusia, Europa, China, Japón o India— se han visto realmente interesados en desarrollar conceptos similares. "Si esto fuera una panacea, creo que Rusia, los europeos o los chinos estarían trabajado en ello", especifica.
El proyecto SpaceX ya recibió 4 mil millones de dólares de la NASA. Aunque los proyectos espaciales nunca llegan a ser realmente rentables, con dos explosiones en un periodo de poco más de un año, el Falcon 9 no tiene más derecho al error, ya que perderá por completo su credibilidad, concluye Laurent de Angelis.