Aunque en los últimos años los principales líderes de China hayan visitado la isla latinoamericana (el presidente Xi Jinping ya ha acudido a Cuba en dos ocasiones distintas), la de Li Keqiang es la primera de un primer ministro chino allá.
"Altos cargos chinos han estado en Cuba, pero el primer ministro, que es responsable de la mayor parte del trabajo económico, lo hace por primera vez. [La visita] tiene un sentido pragmático, posiblemente asociado con varios temas de cooperación económica entre China y Cuba", apuntó Yang Mian, experto del Centro de Relaciones Internacionales del Instituto Chino de medios de comunicación, en una entrevista con Sputnik.
En el contexto de los cambios actuales en América Latina y el avance de las relaciones de Estados Unidos y Japón con Cuba, la visita del primer ministro chino gana importancia geoestratégica, señaló Boris Martínov, vicedirector del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de Rusia.
El viaje de Keqiang se produce después de otras dos visitas importantes al país caribeño: la del presidente estadounidense, Barack Obama, y la del primer ministro japonés, Shinzo Abe. Según Martínov, conocer informaciones acerca de esos encuentros "de primera mano" es uno de los principales objetivos de Keqiang.
"Existe una lucha por la influencia [sobre Cuba]. Es una carrera para ser el primero en conquistar el mercado cubano y en desarrollar las relaciones con este país. Esa es la razón de la presencia de Li Keqiang y de la firma de los acuerdos" agregó Martínov.
El país norteamericano encabeza una "intervención humanitaria" en Cuba, pero no demuestra prisa en levantar las sanciones económicas por completo y permitir a Cuba desarrollarse económicamente.
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En este contexto, los proyectos y acuerdos firmados durante la visita de Keqiang a La Habana fortalecen la imagen de China entre los cubanos. Y Cuba puede ser apenas la primera ventana abierta para China en América Latina.