Los kits incluirán tres pruebas con fluidos que cambian de color cuando interactúan con drogas, además de consejos sobre el uso más seguro de estas. Los conjuntos serán entregados de manera anónima por personal con entrenamiento especial.
La decisión se produjo después de que un grupo de estudiantes muriera tras haber tomado unas píldoras poco fiables en festivales de música.
El presidente de la unión de los estudiantes, Tyson Holloway-Clarke, indicó que los kits son para "probar que las píldoras son lo que dicen que son".
El proyecto de la distribución de los kits fue propuesto por Estudiantes por la Política de Drogas Responsable (SSDP, por sus siglas en inglés) —organización que aboga por estrategias de reducción del daño en vez de la prohibición de drogas—.
El presidente de esa organización en la Universidad de Melbourne, Nick Kent, afirmó que las pruebas no son infalibles pero podrían ayudar a reducir el número de sobredosis y muertes.
"La prohibición ha creado una situación en la que la gente toma sustancias y no se da cuenta de qué contienen", expuso Kent citado por The Age.
Sin embargo, la iniciativa de los estudiantes desató una gran polémica respecto al uso de los kits.
"Aquellos que lleven las sustancias ilícitas como parte de un servicio de análisis de las píldoras podrían ser sujetos a enjuiciamiento", aseguraron en la Policía del estado de Victoria.
Además, la funcionaria exigió del Gobierno que se iniciara una investigación para determinar si el nuevo proyecto podría ser efectivo en el estado de Victoria y que se examinaran las leyes acerca del uso de las sustancias sintéticas, el tratamiento de drogas y programas de reducción de daño, así como las pruebas a pie de carretera y los perros olfateadores en los festivales musicales.