La primera ola se produjo hace cerca de 10.000 años, cuando los humanos comenzaron el cultivo de las grandes plantaciones. La segunda fase de la propagación de los felinos ocurrió cuando la humanidad empezó a navegar.
El aumento inicial de las poblaciones de gatos domésticos estuvo relacionado al progreso agrícola. Se acredita que los antiguos egipcios empezaron a usar los felinos para ayudar en el control de roedores en las plantaciones.
El estudio analizó el ADN mitocondrial de fósiles de más de 200 gatos, encontrados en más de 30 sitios arqueológicos de toda Europa, Oriente Medio y África. Los restos datan del período Mesolítico (15.000 aC) hasta el siglo 18.
Durante la era de los vikingos los gatos eran raros y caros. Su imagen era asociada a Freyja, la diosa nórdica del amor, que tenía un carro conducido por un par de felinos.
En algunos casos aislados, sin embargo, se reveló la crueldad de los guerreros nórdicos, que supuestamente criaban a los gatos por su pellejo.