De acuerdo con Ogilvy, casi todos los ciudadanos rusos con quienes habló durante su visita a Rusia están molestos por la imparcialidad de los medios occidentales, al mismo tiempo, el periodista no sintió ninguna agresión en su contra.
"Lo que vi contradice a lo que se lee en los medios", comentó.
Sin embargo, Washington no dejó en paz a los rusos, acercándose a las fronteras del país a pesar de las garantías dadas por Ronald Reagan a Mijaíl Gorbachov durante la Cumbre de Reikiavik, Islandia, en 1986, apuntó Ogilvy.
Una cosa que sorprendió al experto durante su última visita a Moscú, es que observó en Rusia una mayor libertad y bienestar en comparación con hace diez años.
"¿Vi un país que sufre los efectos de las sanciones? Un poco, pero no mucho. ¿Un país que quiere conquistar Occidente? Claro que no", subrayó Ogilvy.
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Agregó que en 2005 la población rusa sufría de una división de la economía entre las industrias extractivas que generaron enormes ingresos para el Gobierno y el Ejército, y el sector de consumo que sufría una "trágica escasez" de financiación.
No obstante, las sanciones occidentales obligaron a Moscú a buscar una alternativa a las importaciones extranjeras. Actualmente, Rusia es capaz de producir sus propios productos gracias a los "enormes recursos naturales, y una educada e ingeniosidad fuerza de trabajo".
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Además de Moscú, el autor del artículo visitó la ciudad de Ekaterimburgo, para demostrar que no solo los habitantes de la capital del país viven en buenas condiciones. El periodista quedó impresionado por las actividades de construcción en la ciudad, así como el nuevo Centro Yéltsin, "una gema de la arquitectura".
El "camino chino" ha sido más efectivo, no obstante, tras la reunificación de Crimea con Rusia y el conflicto de Moscú con los países occidentales, nació en Rusia un "capitalismo autocrático" liderado por Vladímir Putin.
"Los rusos lo desarrollan a su manera, y —en lo que a mí respecta— funciona brillantemente".
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