Los ekranoplanos combinan las ventajas de un barco y una aeronave: despegan, acuatizan y se desplazan sobre un colchón de aire creado por el efecto suelo o efecto pantalla (ekran en ruso).
"El ekranoplano Spasatel fue un proyecto soviético, cerrado en los años 90 por falta de financiación… A pesar de que el aparato está terminado solo al 90%, servirá de laboratorio para ensayar la tecnología de construcción de ekranoplanos de nueva generación", dijo Deméntiev a RIA Nóvosti.
Los ekranoplanos pueden volar sobre cualquier superficie —agua, hielo, tundra o estepa— y son dos o tres veces más económicos que un avión y casi 10 veces más veloces que un barco.
El efecto pantalla fue descubierto en los años 20 del siglo pasado, pero a principios de los 60 la oficina central de diseño de hidroalas, encabezada por Rostislav Alexéev, desarrolló el primer modelo experimental de ekranoplano.
En 1972 vio la luz el primer ekranoplano militar, el Orlionok, y en 1987 el ekranoplano portamisiles Lun.