"Consideramos esta iniciativa como inviable, apartada de la realidad y, hasta cierto punto, dañina", dijo Uliánov.
Mencionó que "compartimos los objetivos de crear un mundo sin (armas) nucleares, pero la cuestión es cómo conseguirlos (…) nos guiamos por los acuerdos alcanzados en el marco del Tratado de No Proliferación Nuclear que prevén avanzar gradualmente hacia un mundo desnuclearizado".
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Estos acuerdos también prevén mantener la estabilidad estratégica y garantizar la seguridad nuclear igual para todos, continuó, "y estamos apegados totalmente a este planteamiento".
A juicio de Uliánov, "es totalmente obvio que Rusia y otras potencias nucleares no participarán en las negociaciones sobre la preparación del convenio, pero sin las potencias nucleares esta iniciativa no tiene significado práctico y teóricamente puede ser incluso contraproducente".
"Se plantea una cuestión de cómo se combinarán el Tratado de No Proliferación Nuclear, que determina las armas nucleares como las armas legales en disposición de cinco potencias nucleares, y el nuevo acuerdo que proclamará las armas nucleares fuera de la ley; es decir, se crearán dos regímenes paralelos", opinó Uliánov.
Reiteró que Rusia está dispuesta a reducir gradualmente su arsenal nuclear, pero solo en el marco del Tratado de No Proliferación Nuclear.
Añadió que actualmente los arsenales nucleares de Rusia y EEUU se encuentran a nivel de los años 50 y 60 del siglo pasado.
El Tratado de las Naciones Unidas sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares entró en vigor en 1970.