Según el comunicado de la agencia, las provocaciones de EEUU y Corea del Sur causaron una situación incontrolable e irreversible en la península de Corea, lo que crea una amenaza de guerra nuclear.
"Las ojivas nucleares del Ejército Popular de Corea convertirán a Seúl en cenizas como forma de castigo", dice el comunicado.
El 22 de septiembre, el Comando del Pacífico de EEUU reportó que dos bombarderos estratégicos de EEUU B-1B se aproximaron en vuelo a una distancia mínima histórica a las fronteras de Corea del Norte, una de las aeronaves aterrizó a 70 kilómetros al sur de Seúl, que también fue el primer aterrizaje de un bombardero B-1B en la península desde hace 20 años.
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Pyongyang efectuó el 9 de septiembre su quinta prueba nuclear desde 2006 y la segunda desde enero pasado, este último ensayo es el más importante realizado jamás por los militares norcoreanos.