En 2004, se estableció la Ley Nº 2.524. A esta se la denominó Ley de prohibición en la Región Oriental de las Actividades de Transformación y Conversión de Superficies con Cobertura Boscosa. "Esta norma prohíbe a la autoridad forestal nacional, que es el Instituto Forestal Nacional, emitir planes de usos de la tierra previstos en la ley anterior para la región oriental del país. Pero rige solo para una parte del territorio nacional, la oriental", explicó Rodas.
Sin embargo, el problema no se terminó, sino que se trasladó. En comparación, el resto de las áreas que no fueron afectadas por la ley, o sea el 60% restante del territorio, pasó de una deforestación de 924.511 hectáreas entre el 2000 y el 2005, a más del doble para el siguiente período de medición, con 2.233.287 hectáreas, a un ritmo de 184.901 y 372.213 hectáreas por año respectivamente.