Por esa razón, si el objetivo de EEUU en Europa es buscar una confrontación armada con Rusia, entonces Alemania, teniendo en cuenta sus propios intereses, debería aprovechar lo acordado y recuperar las bases donde hoy en día actúan las tropas norteamericanas.
Según el experto, que también fue vicepresidente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), hace mucho tiempo que Ramstein y otras bases norteamericanas han dejado de ser usadas para defender Europa y se han convertido en un "campo de operaciones" para las agresiones de la OTAN.
Por otro lado, EEUU basa su presencia en territorio alemán no en la idea de defensa de la OTAN, sino en el contexto de su lucha por la supremacía mundial, asegura Wimmer. Eso significa que las bases norteamericanas son usadas, más allá de la relación con Alemania, para ejecutar "misiones homicidas" en todo el mundo. Es decir, que no se trata de Fuerzas Armadas que funcionan en pro de la defensa de Alemania y basándose en un acuerdo, sino de fuerzas agresoras en potencia a nivel internacional.
Actualmente, las operaciones militares de EEUU a nivel mundial están pasando por uno de sus peores momentos, opina Wimmer, razón por la cual Washington caldea los ánimos con Rusia, para que la gente piense que es bueno que haya bases estadounidenses en Europa.
Mientras tanto, en el país eslavo nadie tiene planes de atacar Europa. Por el contrario, "Rusia actúa de una manera segura y soberana, pero siempre en relación con su propio territorio". Por otro lado, asegura el experto, es EEUU el país que viene practicando una política de agresión desde hace ya 25 años y, paradójicamente, es el aliado de Alemania.
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"Esto demuestra que nosotros [Alemania] somos un saco de boxeo para los intereses norteamericanos", sentenció Wimmer.