Cuando el orden unipolar comenzó a desmoronarse en Eurasia, Washington volvió a centrarse en América del Sur y allí "todo resultó bastante alarmante para ellos". Los regímenes de izquierdas, que tienden a un orden mundial multipolar, se establecieron con Kirchner en Argentina, con Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil, con Evo Morales en Bolivia y el anticapitalista Rafael Correa en Ecuador.
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El difunto feroz combatiente contra la hegemonía estadounidense en Venezuela, Hugo Chávez, fue sucedido por Nicolás Maduro. Por lo tanto, casi toda América Latina estaba en el campo contrario a EEUU, subrayó Duguin.
Fue entonces cuando Washington se dio cuenta de que tenía que tomar medidas al respecto.
"Los protegidos de Washington llegaron al poder en América Latina de diferentes maneras, por ejemplo, a través del 'impeachment' en Brasil".
Pero en Venezuela, enfocada radicalmente en contra de la hegemonía norteamericana desde la época de Chávez, no funcionan los métodos ordinarios. Entonces, Washington apostó por una revolución de color, indicó el politólogo.
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"Aquí el ejército de Soros es un ejército puramente liberal, diseñado para poner al país bajo el control directo de Estados Unidos y del capitalismo global", destacó el analista.
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Rusia debe proporcionar a Venezuela cualquier tipo de apoyo, incluyendo el militar.
"En Venezuela, el héroe de la liberación de América del Sur, Simón Bolívar, comenzó su lucha. Que la segunda ola de la descolonización se inicie desde el mismo lugar. Hay que apoyar a Maduro", concluyó Duguin.