Los datos demográficos del 2015 en Corea del Sur, publicados recientemente, causan una gran preocupación en las autoridades. La tasa de fertilidad en este país asiático se cifra en 1,25 nacimientos por mujer, un número superior a los 1,08 de 2005, pero todavía demasiado bajo.
"No obstante, las medidas de fomento de la natalidad no han dado hasta ahora resultado alguno. De hecho, muchos recuerdan que hace cuatro décadas los programas demográficos eran bastante exitosos. Pero entonces la meta no era aumentar, sino disminuir la tasa de natalidad", explicó Lankov.
En los años 60, Corea del Sur era uno de los países más pobres de Asia, pero también se hallaba entre los más fecundos, con seis hijos por mujer. En aquella época se consideraba que esto era incompatible con el desarrollo económico y el Gobierno del general Park Chung-hee trataba de convencer a sus ciudadanos de que, "cuanto menos hijos tenga una familia, mejor será la vida". Incluso apoyaron la esterilización.
Pronto la campaña gubernamental fue detenida, pero más tarde se dio a conocer que el nivel de fertilidad había seguido cayendo, dado que las mujeres se emanciparon y decidieron iniciar una carrera profesional a costa de tener menos hijos.
Los científicos vaticinan que, en los próximos 30 años, Corea del Sur será el país de los jubilados. En 2030, la población alcanzará los 52,5 millones de personas y se pondrá a decrecer. Para 2060, los ancianos supondrán el 40% de la población, es decir, por cada 100 ciudadanos en edad de trabajar habrá 80 jubilados. Esta pirámide poblacional descompensada causará el desplome económico. Lo peor es que las oscuras señales del futuro ya se vislumbran en la economía del país.