El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, había recomendado que los países miembros asumieran globalmente el compromiso de reubicar por año a 10 por ciento de la población mundial de refugiados, equivalente a 2,1 millones de personas, según cifras de 2015.
Pero sucesivos borradores de la Declaración de Nueva York fueron aligerando el texto y ese compromiso no figura en el documento que aprobarán los líderes mundiales.
El texto establece la intención de los países firmantes de "ampliar el número y variedad de formas legales" para que los refugiados sean admitidos en terceros países.
65 millones de refugiados
En el mundo hay unos 65 millones de personas desplazadas a la fuerza, entre ellas más de 21 millones de refugiados, tres millones de solicitantes de asilo y más de 40 millones de desplazados internos, advierte la Organización de las Naciones Unidas.
Por otra parte, se suponía que como resultado de la cumbre se adoptaría un pacto mundial de responsabilidad compartida para los refugiados.
Pero, debido a la falta de avances concretos, se decidió establecer un Marco de Acción para una Respuesta Amplia, que será el punto de partida para negociar en los próximos dos años el pacto mundial que deberá adoptarse en 2018 y que servirá de fundamento para abordar los grandes movimientos de refugiados.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) jugará un papel central en la articulación del marco de acción y en las negociaciones para lograr el pacto mundial.
Así adquiere mayor relevancia una cumbre de líderes, convocada para este martes por el presidente de EEUU, Barack Obama, y a la que solo están invitados países dispuestos a "asumir compromisos nuevos y significativos", según el Departamento de Estado.
Los países que auspician este encuentro son Alemania, Canadá, Etiopía, Jordania, México y Suecia, mientras se espera asimismo la presencia de Argentina, Italia, Australia, Bélgica, Noruega y Holanda.
Los objetivos de esta cumbre promovida por Obama son duplicar la cantidad de refugiados reasentados o admitidos en forma legal en terceros países; aumentar en 30 por ciento los fondos para crisis humanitarias y elevar en un millón respectivamente el número de refugiados en el sistema educativo y el de aquellos que tienen permiso de trabajo.
La situación de los migrantes
La declaración reconoce que en el mundo actual el nivel de movilidad humana es sin precedentes, pues la cantidad de personas que viven en países en los que no nacieron es mayor que nunca antes.
Los documentos a adoptarse en la ONU, la Declaración de Nueva York y sus dos anexos, tampoco contienen compromisos concretos de financiación para dar respuesta a las crisis migratorias y de refugiados.