El cañón antidrones, bautizado como Skynet, es capaz de bloquear las señales de GPS de los drones y luego apagar sus cámaras.
Este aparato tiene un peso aproximado de seis kilogramos, sin incluir las pilas, las cuales pueden trabajar por un período ininterrumpido de dos horas.
El Skynet cuenta con un alcance máximo de dos kilómetros, si no hay ningún obstáculo entre el dispositivo y el dron-blanco.