El Movimiento de Países No Alineados es una plataforma internacional que se constituyó como alternativa a la política realizada por las superpotencias —la Unión Soviética y EEUU— durante la Guerra Fría, y a lo largo de su historia ha desempeñado un papel fundamental en la preservación de la paz.
Historia de creación
Junto al anfitrión —el primer presidente de Indonesia, Ahmed Sukarno—, a Bandung llegaron el presidente de la India, Jawaharlal Nehru, el mandatorio de Egipto, Gamal Abdel Nasser, y el primer ministro chino, Chou en Lai.
Los llamados 'Diez Principios de Bandung' —que pasaron a ser la base de MNOAL (el Movimiento no tiene un estatuto oficial)— se fundaron en el respeto por los derechos fundamentales del hombre, el respeto para la soberanía e integridad territorial, reconocimiento de igualdad de todas razas y pueblos, abstención de participar en coaliciones con terceros países, abstención de actos de agresión, promoción de la cooperación recíproca, entre otros.
La creación 'oficial'
El objetivo principal de la reunión fue, en gran parte, político y consistió en conseguir que los países del Tercer Mundo pudieran quedarse fuera de los enfrentamientos entre los bloques opuestos.
Así, en la Conferencia de Argel de 1973 nació en concepto de nuevo orden económico mundial, el cual debería haber puesto fin al neocolonialismo que impedía el desarrollo sostenible de los nuevos estados tercermundistas.
Adaptación para la actualidad
No obstante, a pesar de que las superpotencias que podrían haber desembocado un desorden mundial catastrófico ya dejaron de existir como tal, el Movimiento de Países no Alineados sigue existiendo y desempeñando su función de un equilibrador, pero ante desafíos de diferente naturaleza.
Por el momento, los países no alineados constituyen la mayoría de los miembros de la ONU, algo que les permite direccionar los acuerdos de los ámbitos políticos, económicos y sociales hacia los intereses de los países emergentes.