La disolución de la Unión Soviética no solo trajo los cambios territoriales y políticos, sino también la desaparición de varios productos que eran populares durante la época soviética. Algunas cosas como, por ejemplo, los uniformes para escolares, ya casi no se pueden encontrar, pero sorprendentemente algunos aparatos soviéticos siguen funcionando después de más de 20 años.
Las neveras, aspiradoras y lavadoras soviéticas fueron hechas para funcionar durante décadas. El coleccionista, aficionado de estas máquinas, Iván Borisov, en una entrevista a RIA Nóvosti relató por qué las unidades como lavadoras EAYA, refrigeradores ZIL y aspiradores Chayka funcionan desde hace mucho y continuarán funcionando en el futuro.
Estos productos fueron diseñados no para ser rentables, sino para hacerle la vida más fácil a las personas. Tenían un significado diferente, en un principio", dijo.
Según el coleccionista, muchos ciudadanos soviéticos tuvieron recuerdos cariñosos sobre sus electrodomésticos. A menudo los compraban después de planearlo por muchos años.
"Algunas personas esperaron un refrigerador por seis meses, algunos lo ganaron en una lotería o lo recibieron tras vencer en una competencia. La gente tuvo historias, lindos recuerdos vinculados con estas cosas. Todas ellas rezuman cordialidad", dijo Borisov.
Todos los artículos en la colección de Iván todavía están en buen estado, entre ellos una aspiradora y un refrigerador que fueron fabricados en 1945. Él explicó que lo más importante es instalarlos de manera adecuada y entonces funcionarán sin faltas.
"Los artículos técnicos soviéticos casi nunca fallan", dijo Iván.
Agregó que los motores de aspiradoras pueden funcionar hasta 40 años. Su manual dice que las escobillas de carbón deben ser reemplazadas cada 300 horas de su funcionamiento, pero si abres una unidad podrás ver que no se han agotado y es más, pueden funcionar durante un periodo mucho más extendido, observó.
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Después de que la URSS se disolviera la producción de estos artículos fue suspendida y reemplazada con importaciones de los productos extranjeros —más baratos y que parecían mejor, pero que funcionaron durante un periodo limitado—.
"Éste es el mal de nuestra época: no solo nos ofrecen un producto nuevo diariamente, sino que están diseñados para romperse pronto para que compremos una nueva unidad", lamentó.
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El entrevistado argumentó que los aparatos antiguos están considerados a menudo como una "basura", mientras de hecho tienen más valor que cualquier otro aparato moderno. Estas cosas, dijo, son un buen recuerdo de los tiempos que varias personas por diferentes razones tratan de olvidar.