"No estamos de acuerdo con la actividad de los hackers, pero lo que han hecho no deja de ser interesante para la opinión pública internacional, ante todo, la deportiva", declaró Putin.
El presidente añadió que es "totalmente desatinado".
El grupo de hackers Fancy Bear (conocido también como Tsar Team o APT28) filtró recientemente información confidencial sobre decenas de atletas —en su mayoría nacionales de EEUU pero también representantes de Alemania, Reino Unido, República Checa, Dinamarca, Polonia, Rumanía y Rusia- procedente de la base de datos antidopaje ADAMS de la WADA.
Biles y Delle, según la filtración, dieron positivo en las pruebas de dopaje que se efectuaron en agosto, pero no fueron suspendidas y ganaron medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
La filtración coincidió con los Juegos Paralímpicos de Río 2016, en los que Rusia había sido suspendida a raíz de un sonado escándalo de dopaje.
El director general de la WADA, Olivier Niggli, afirmó que los recientes ciberataques son una represalia de Moscú por la investigación de Richard McLaren que dio por probada a mediados de julio la existencia de un extenso programa de dopaje apoyado por las autoridades rusas.
Tras publicarse el informe de McLaren, la WADA recomendó suspender a toda la selección de Rusia de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río 2016.
Por su parte, Rusia negó en términos categóricos su implicación en el hackeo de la base de datos de la WADA.