El objetivo principal continúa siendo la guerra contra el terrorismo, pero la atención y los recursos para observar e investigar a Rusia han aumentado.
"[El cambio] contempla la movilización de agentes secretos del FBI, medios de ciberinteligencia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), sistemas de satélite y otras herramientas de investigación, expresaron fuentes oficiales al describir la reorganización de los recursos dentro de las agencias de inteligencia", según se puede leer en la noticia.
Tal y como informa el diario, un grupo de expertos considera que EEUU asume estas medidas con demasiada lentitud. El dinero que gastan las agencias de inteligencia en investigar a Rusia ha crecido en los dos últimos años hasta alcanzar un 10% del presupuesto. En la época más dura de la Guerra Fría esa cifra alcanzaba el 40%.
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Igualmente, según los analistas, las agencias de inteligencia no han aprendido todavía a "pronosticar los movimientos de Moscú".
