En California "no construimos muros, los tumbamos", dijo el legislador del Partido Demócrata de la candidata Hillary Clinton, en alusión al muro fronterizo que ha jurado construir el aspirante republicano a la Casa Blanca, Donald Trump.
Los dos países unidos por 3.200 km de frontera terrestre y más de 550.000 millones de comercio anual, "comparten similitudes, y pueden lograr el desarrollo humano, así como el crecimiento de las inversiones y el intercambio económico y comercial", dijo el líder senatorial demócrata.
"Nunca hemos visto un candidato presidencial como Trump fomentar una retórica contra los más marginados, los más vulnerables y a la vez insultando a nuestro querido vecino México", dijo ante el aplauso de sus anfitriones.
El líder californiano agregó que "jamás se ha visto a un candidato mostrar su nefasto odio tan abiertamente contra los campesinos, musulmanes, mujeres, contra los más humildes, utilizando a los migrantes como chivos expiatorios por todos los males económicos de EEUU".
Problemas compartidos
Los problemas compartidos requieren soluciones amigables, enfatizó: "Nosotros somos amigos, México es nuestro querido vecino, es un hermano, es un socio comercial, hay raíces mexicanas en mucha gente que habita en California".
Sánchez, vicepresidente del Senado mexicano, dijo que "en el marco del proceso electoral en ese país se produce un momento singularmente complejo para la relación política de ambas naciones, donde el tema migratorio, la situación de millones de indocumentados de origen hispano y las diferentes propuestas de políticas migratorias se han colocado como un eje central de la campaña electoral".
La historia ha mostrado "las desgracias que se causa a la humanidad cuando personajes con un pensamiento xenófobo e intolerante arriban a espacios de poder político"
La senadora Gabriela Cuevas Barron, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, dijo que "nadie puede negar la interdependencia entre México y EEUU y quien se refiere a muros —como Trump— es porque no se ha enterado de que los estados que están en la frontera, de ser una sola economía, serían la cuarta economía del mundo".
Los dos países necesitan más aeropuertos binacionales, puentes fronterizos, espacios para que transiten las personas, construir una frontera ordenada y segura donde se respetan los derechos humanos, "porque por más que queramos poner muros y fronteras, las personas seguirán caminando, los bienes y servicios se intercambiarán y los capitales seguirán fluyendo", concluyó.