El documento dice que se decreta limitar la importación de "sal (incluida la sal de cocina y la sal desnaturalizada) y el cloruro de sodio puro disueltos o no disueltos en agua o que contienen o no contienen aditivos antiaglutinación", así como agua marina.
El decreto entrará en vigor a partir del 1 de noviembre de 2016.
A modo de respuesta, Rusia limitó la importación de alimentos procedentes de los países que introdujeron las sanciones en su contra, como EEUU, los países de la Unión Europea, Canadá, Australia, Noruega, Albania, Montenegro, Islandia, Liechtenstein y Ucrania.
El embargo se extiende a la carne, el embutido, el pescado, los mariscos, las verduras, la fruta y los productos lácteos.
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En junio de 2015 Rusia prorrogó el veto en respuesta a la prolongación de las sanciones otro año más y en junio de 2016 lo extendió hasta el 31 de diciembre de 2017.