"Los estadounidenses no dejan a sus empresas y bancos cooperar con Irán y, de hecho, bloquean intentos similares de los europeos", dijo el diplomático a RIA Novosti.
La amenaza de sanciones por parte de EEUU, continuó, asusta a los empresarios de Europa.
"De hecho, EEUU presiona de este modo a los demás e impide a los europeos desarrollar activamente las relaciones con Irán. Esta situación repercute también en empresas rusas", apuntó Kabúlov.
El enviado especial dijo que "este factor de disuasión, esta espada de Damocles pesa también sobre grandes compañías de Rusia que quisieran entrar en el mercado iraní pero tienen negocios e intereses en EEUU y Europa".
Teherán y el Grupo 5+1 (China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia más Alemania) lograron en julio de 2015 un acuerdo llamado Plan de Acción Integral Conjunto(PAIC) que establece limitaciones al programa nuclear iraní para excluir su posible dimensión militar a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
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A mediados de enero pasado, después de que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) confirmara que Irán había cumplido las exigencias recogidas en el acuerdo, EEUU canceló algunas sanciones impuestas al país persa, pero mantiene en vigor otras restricciones, no relacionadas con el programa nuclear.