Para discutir estos temas y desarrollar una estrategia común, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, reunió a los líderes de los países mediterráneos —Francia, Italia, España, Chipre y Malta— la semana pasada en Atenas. El alto responsable heleno declaró que los países del sur de Europa deben hacer una "contribución constructiva común al diálogo sobre el futuro de la Unión Europea". De esa manera, Tsipras, de acuerdo con Tsoy, señaló que no solo la región central, encabezada por Alemania, tiene el derecho de hacerlo.
Una de las oportunidades para el crecimiento económico de la región mediterránea de la UE son las exportaciones. Es de mencionar que casi todos los países del sur de Europa se opusieron a la extensión de las sanciones antirrusas, destacando no solo su ineficiencia, sino la pérdida que esto ha significado para las economías nacionales de la región. Por lo tanto, las dos Cámaras del Parlamento francés adoptaron una resolución que pide levantar las medidas restrictivas contra Rusia. Un documento similar también fue aprobado por el Parlamento de Chipre y los parlamentos regionales del norte de Italia.
"Las exportaciones italianas sirvieron de elemento fundamental para el desarrollo de la economía nacional, incluso durante los años de crecimiento industrial débil. En 2013, las exportaciones italianas a Rusia aumentaron hasta 10.000 millones de euros, lo que era una tendencia ascendente hasta que la interrumpieron la crisis del mercado petrolero y la introducción de las sanciones. Los índices de exportación cayeron casi un 70%, lo cual fue un duro golpe para las empresas italianas y europeas", explicó Ernesto Ferlenghi, presidente de la Asociación de la industria italiana en Rusia, citado por Izvestia.