Según esta fuente, no es la primera vez que la policía detiene a los parientes del expresidente, sentenciado a cadena perpetua.
Ambos viven en la gobernación de Sharqiya, en el norte de Egipto.
Vinculado al movimiento de los Hermanos Musulmanes, Mursi fue elegido presidente de Egipto en junio de 2012, pero en julio de 2013, en medio de protestas multitudinarias, fue derrocado por el entonces comandante del Ejército Nacional y hoy jefe de Estado, Abdelfatah al Sisi.
Desde entonces, Mursi fue sentenciado en dos ocasiones a cadena perpetua por espiar para servicios de inteligencia extranjeros y, particularmente, a favor de Catar. Sobre el expresidente pesa también la sentencia a muerte por su implicación en una fuga masiva y en la violencia policial en 2011 durante las manifestaciones que resultaron en la renuncia del exmandatario Hosni Mubarak.
Mursi y sus partidarios declararon reiteradamente que no reconocen los procesos en su contra y los calificaron como abusos.