La capital rusa ha perdurado en el tiempo para llegar a esta celebración más fresca, más imponente y con una pulcritud que la ponen a la altura de las más cuidadas y limpias del planeta.
Los habitantes de la urbe se sienten agradecidos de poder disfrutar de sus plazas, grandes parques y zonas verdes que contrastan con las edificaciones nuevas y antiguas que dan un toque particular a Moscú.
Y es que esa belleza de la capital rusa se mostró una vez más en los espectáculos de pirotecnia que se disfrutaron en diversos lugares de la ciudad en la noche de este 10 de septiembre.
Según los organizadores los fuegos mostraron varios motivos únicos, como flores —lirios, margaritas, peonías—, la bandera rusa y una muestra especial denominada “Moscú de Oro", que incluyó varias coronas y cascadas de fuego doradas y plateadas.
Este regalo de luz y color puso fin a los festejos de la vetusta metrópolis que incluyeron unos mil eventos como ferias, conciertos, muestras de cine y espectáculos de teatro al aire libre, entre otras muchas actividades.