Después de la reunión a puertas cerradas que Obama sostuvo con el presidente ruso, Vladímir Putin, en el marco del foro G20 en Hangzhou, se supo que el mandatario estadounidense no se comprometió en llevar a cabo una operación conjunta contra Daesh por "falta de confianza" hacia el líder ruso. De esta manera Obama se habría dejado manipular por los políticos que optan por evitar cualquier acercamiento con Moscú, opinan los autores de la nota.
Solo tras las recientes negociaciones records de unas 15 horas entre el canciller ruso y el secretario del Estado de EEUU, se ha dado un paso hacia un tipo de cooperación entre las dos naciones en Siria.
The Nation recalcó además la situación en Ucrania, donde el presidente Petro Poroshenko ha cambiado de forma unilateral el orden de las acciones requeridas para implementar el acuerdo Minsk-2, declarando que el retorno del control sobre la frontera con Rusia debe realizarse como primer paso y no como último, tal y como está escrito en el documento avalado y fijado por la ONU.
"Es difícil de imaginar que Poroshenko tomara esta decisión sin el consentimiento de la administración Obama y, en especial, del vicepresidente Biden, que ha sido el responsable por el 'Proyecto Ucrania 2014'", afirma el artículo.
Hace dos años, Obama anunció su intención de "aislar" a Rusia y a su presidente del resto del mundo. Sin embargo, en la última cumbre del G20, el líder ruso fue el personaje más popular, si contamos los encuentros que sostuvo. Obama, por su parte, participó en el evento de manera bastante discreta, destaca Cohen.