A pesar de ser un animal fascinante, no sólo por su condición de mamífero más alto del mundo, sino por su peculiar aspecto, poco se ha investigado sobre las jirafas, por eso sorprende la noticia de que existen cuatro especies, en vez de una sola compuesta por varias subespecies.
Estos realizaron un análisis genético nuclear y mitocondrial de todas las subespecies de jirafas actualmente reconocidas y descubrieron diferencias a nivel de especie.
Nos quedamos muy sorprendidos, porque las diferencias de patrones morfológicos y de piel entre las jirafas son limitadas, explicó Axel Janke, genetista del Centro de Investigación del Clima y Biodiversidad Senckenberg y la Universidad Goethe en Alemania, uno de los autores.
En el estudio, Janke y su equipo examinaron las pruebas de ADN tomadas de biopsias de piel de 190 jirafas por toda África, incluidas regiones con conflictos.
La única subespecie restante sería la jirafa de Nubian (de Etiopía y Sudán del Sur) derivada de la especie del norte.
A juicio de los investigadores, el descubrimiento tiene importantes implicaciones para la conservación de estas especies, teniendo en cuenta que las jirafas son propuestas para entrar en la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (IUCN), dado su rápido descenso en los últimos 30 años.