"Si esta es su manera de funcionar nosotros creemos que no es un país donde nos encontremos cómodos ni tampoco un país europeo; los países europeos son serios", sentenció la diputada, que fue incluida en las listas de la coalición como miembro del Partit Demòcrata Català.
Senserrich opina que si después de aquello "el ministro continúa siendo ministro" es porque en España no existe una "verdadera separación de poderes" entre el ejecutivo y el judicial.
Esta diputada asegura que no puede "confiar plenamente" en que las decisiones que surjan del Gobierno español "sean del todo limpias" porque se ha demostrado que "están manipulando".
A su modo de ver, decisiones del Gobierno como solicitar al Tribunal Constucional que se abra la vía penal contra la presidenta del Parlamento catalán o la negativa a que la antigua Convergència Democràtica de Catalunya se inscriba tras su refundación como Partit Demòcrata Català nacen exclusivamente "de la mala intencionalidad".
"Aunque nos quieran prohibir, limitar o cambiar no van a torcer nuestra voluntad porque tenemos a mucha gente detrás que tiene ganas de este cambio", asevera Senserrich.
Esa voluntad de cambio de la sociedad catalana, afirma la diputada, se demuestra en las multitudinarias movilizaciones que cada año se producen el 11 de septiembre con motivo del día de Cataluña, la Diada.
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 7 de septiembre de 2016
"Somos un país de siete millones y medio de personas en el que un millón y medio sale a la calle a manifestarse, es como si en España se produjera una concentración de nueve millones de personas", explica Senserrich.
Esta diputada independentista considera que la política española debería dejar atrás "la incomprensión" y mirar hacia Cataluña cuando se producen este tipo de reivindicaciones.
"Es importante que la política española mire hacia Cataluña porque llevamos varios años sacando a millones de personas a la calle, y este fin de semana será una vez más", declara la diputada de PDC.
La política catalana niega que Junts Pel Sí, la coalición que gobierna Cataluña, haya emprendido una vía unilateral de independencia ya que, a su modo de ver, en todo momento ha intentado buscar una solución pactada que el Gobierno de Rajoy le ha negado.
"Aquí no hay ninguna vía unilateral: el primero de los pasos que contemplaba la hoja de ruta era negociar y consensuar una solución", explica.
Las manifestaciones para la Diada de este año, convocadas por las organizaciones Ómnium Cultural y la Assemblea Nacional Catalana, cuentan por el momento con más de 300.000 inscritos.
En los años anteriores el número de asistentes siempre fue muy superior al de inscritos, llegando a triplicarlo en algunas ocasiones.
María Senserrich está convencida de que, un año más, la respuesta de los catalanes ante está convocatoria será "masiva".