Al menos así lo considera Vladímir Evséev, director del Instituto de los países de la Comunidad de Estados Independientes, quien, en una entrevista exclusiva con Sputnik, aseguró que, mientras China y Rusia realizan ya diversos proyectos en Asia Central y han logrado arribar a un sistema de colaboración gracias a la Organización de Cooperación de Shanghái y a la organización BRICS, EEUU ha visto debilitada su posición en la región.
En Uzbekistán, "aunque muchos años atrás se realizaron serios anuncios sobre el posible paso a los estándares de la OTAN, el Ejército uzbeko y sus fuerzas del orden hasta el día de hoy tienen armas rusas, lo que une firmemente a Moscú y Taskent", señaló el experto.
Por otra parte, "en los años 90, Uzbekistán creía que Turquía podía ayudarla significativamente. Entonces, muchos estudiantes fueron a estudiar [a Turquía], y el proceso de acercamiento con Ankara se desarrolló de forma activa, pero después ese proceso prácticamente se detuvo y, hoy en día, Uzbekistán tiene relaciones bastante difíciles con Turquía. […] Ya no quedan en Uzbekistán centros educativos creados por el imán Fethullah Gulen, lo que limita la influencia de EEUU en Uzbekistán", explicó Evséev.
Además, proyectos como 'C5+1' —es decir, cinco países de Asia Central más EEUU- están destinados al fracaso, dada la falta de recursos de Norteamérica, que tiene prioridades más urgentes, como la situación en el mar de China Meridional o en Siria. Y los intentos de controlar la región a través de Japón, que también ha creado un grupo denominado 'Asía Central + Japón', tampoco parecen llegar a buen término, asegura el experto.
"Prácticamente, EEUU se ha quedado sin un país a través del cual pueda defender sus intereses en Asia Central. Por eso, la posición estadounidense en la región se debilitará, mientras que se fortalece la posición de la alianza ruso-china en la zona, así como la de otros países", dice Evséev.
Esta situación puede beneficiar a Rusia, ya que "Uzbekistán prácticamente no tiene otra alternativa que participar de los proyectos de Rusia y China". Sin embargo, el analista es cuidadoso a la hora de diseccionar la situación.
"Cuando los uzbekos intentaron usar a EEUU, EEUU intentó convertir a Uzbekistán en un arma de influencia. Y no quisiéramos que China hiciera de Uzbekistán su propia arma", prosigue.
Como conclusión, cree que Taskent debe "apostar por Rusia" e intentar, con ayuda del país eslavo, mejorar sus problemas con otros países de la región.