El presidente ruso, Vladímir Putin, y el rey bahreiní, Hamad bin Isa al Jalifa, presenciaron el martes la firma de este acuerdo en Moscú que además prevé operaciones conjuntas contra la piratería en el mar.
El documento abre también la posibilidad de que buques de guerra rusos entren en los puertos de Bahréin y viceversa.
Los dos países, asimismo, podrán participar en operaciones conjuntas de salvamento en el mar, e intercambiar experiencia en el ámbito de la capacitación y entrenamiento de personal militar.
Anteriormente el embajador bahreiní en Moscú, Ahmed al Saati, aseguró que su país tenía interés por los sistemas de defensa antiaérea S-300 y S-400.
El sistema está dotado de misiles avanzados de largo y medio alcance.
Su misión es derribar aviones que generan interferencias, aeronaves AWACS de control y vigilancia aérea, aviones espías y bombarderos, así como misiles de crucero con tecnología Stealth, misiles balísticos con un alcance de hasta 3.500 kilómetros, objetivos supersónicos y otros medios de ataque aéreo.