"Estamos seguros de que la respuesta será tan masiva como en los últimos años", aseguró Chakir El Homrami, que fue incluido en las listas de la coalición independentista como miembro de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
Las concentración que el 11 de septiembre de 2015 tuvo lugar en Barcelona reunió a más de 1,4 millones de catalanes y supuso el pistoletazo de salida a la campaña electoral de unos comicios autonómicos que pusieron a Junts Pel Sí y su hoja de ruta soberanista al frente del Ejecutivo catalán.
"Las movilizaciones que se han vivido en Cataluña son absolutamente excepcionales si se tiene en cuenta la cantidad de población, en lugares más poblados como París o Washington se considera que una gran manifestación es un éxito si mueve en torno a medio millón de personas", subrayó Chakir El Homrami.
Por el momento se han inscrito 280.000 personas para las distintas movilizaciones que se llevarán a cabo, pero el diputado de ERC recuerda que en los últimos años el número de asistentes habitualmente ha triplicado al de inscritos.
"Esperamos que vuelva a ser un éxito y que la gente salga pacífica y festivamente a la calle para manifestar sus anhelos democráticos"
El carácter descentralizado de la Diada de 2016 persigue, según cuenta este diputado, alcanzar los objetivos de "mostrar la pluralidad que tiene Cataluña" y "facilitar el desplazamiento a la gente" ya que a muchas personas no les resultaba fácil desplazarse hasta Barcelona.
Las cinco manifestaciones convocadas por ANC y Ómnium Cultural para la Diada de este año estarán radicadas en Barcelona, Lleida, Tarragona, Salt y Berga.
"Es conocido que la visión independentista está muy arraigada en todo el territorio y eso se visualizará con estas cinco manifestaciones", mantiene Chakir El Homrami.
Este diputado valoró como "algo muy sano" que formaciones políticas como En Comú Podem (la rama catalana de Podemos) hayan convocado junto a otros actores políticos actos propios para el 11 de septiembre.
A su modo de ver, la "multiplicidad de convocatorias" es síntoma de la transversalidad y amplio consenso que suscita el derecho a decidir en la sociedad catalana.