Tras el despegue en Sídney, los pilotos del Airbus se percataron de que el sistema de navegación del avión empezó a fallar.
Según el informe publicado por el Buró Australiano de Seguridad de Transporte, todos los intentos emprendidos por los pilotos para reiniciarlo resultaron inútiles, ya que el avión se desviaba cada vez más y más de su trayectoria.
De acuerdo con el reporte, todos estos problemas empezaron cuando el capitán del vuelo introdujo las coordenadas incorrectas. Además de eso, el avión tuvo que despegar de una pista de reserva, cosa que también contribuyó al desenlace final.
Otra causa del incidente fue la que la aerolínea AirAsia no había renovado su sistema de navegación pese al hecho que contaba con una versión modernizada capaz de prevenir de manera automática este tipo de situaciones.