Este domingo, 4 de septiembre, los mandatarios celebraron un encuentro en Hangzhou (China) al margen de la cumbre del G20.
En particular, los mandatarios abordaron los detalles concretos de la construcción de Turk Stream, hasta fijar la ubicación de la tubería en la costa.
"También hay avances en el trabajo sobre el Turk Stream, allí se abordan las cosas concretas, por ejemplo, donde el tubo entrará en la costa turca (…), o sea un trabajo muy práctico", dijo Uliukáev.
"En cuanto a la central nuclear, la situación se desarrolla de manera bastante positiva (…), existe la seguridad de que en los plazos fijados en el contrato, siete años, si no me equivoco, el primer bloque se pondrá en marcha", afirmó Uliukáev.
Agregó que Turquía cumplió todas sus promesas correspondientes, enmendó tres leyes y otorgó a Akkuyu el estado de proyecto estratégico.
Rusia y Turquía firmaron en 2010 un acuerdo para construir en la provincia sureña de Mersin la primera planta nuclear turca con cuatro reactores de 1.200 MW cada uno, que producirían 35 billones de kWh anuales y con un coste de unos 20.000 millones de dólares.

A su vez, el proyecto Turk Stream contempla la construcción de una tubería con una potencia de 63.000 millones de metros cúbicos anuales de Rusia a Turquía, cruzando el mar Negro.
Ambos proyectos fueron suspendidos después de que un caza turco derribara en noviembre de 2015 un bombardero ruso Su-24, provocando la muerte de un piloto.
A finales de junio, el presidente turco se disculpó por el derribo y la muerte del piloto ruso en una misiva enviada a Putin, cumpliendo una de las condiciones de Moscú para la normalización bilateral.