Según las conversaciones que los miembros simpatizantes con el Daesh mantenían en la aplicación Telegram la idea no estaba madura, puesto que se juntaba con otro tipo de ideas.
El grupo, ramificado en siete estados diferentes de Brasil, empezó a ser vigilado en marzo, después de que la Policía Federal brasileña recibiera una alerta del FBI.
La Policía tiene hasta el 9 de septiembre de plazo para presentar a la Justicia un análisis de todo el material aprehendido.
Después, será la primera vez que Brasil aplique la Ley Antiterrorismo, aprobada en marzo de este año como herramienta de protección nacional para los Juegos Olímpicos.
La ley prevé de 12 a 30 años de cárcel para actos consumados de terrorismo y de 6 a 22,6 años para los acusados de realizar actos preparatorios de terrorismo con el propósito inequívoco de consumar el delito.