Ante la movilización convocada por la oposición el oficialismo también decidió salir a las calles en defensa del Gobierno, pues aseguran que quienes los adversan sólo buscan un golpe de Estado.
"Estamos aquí, en la Avenida Bolívar, respaldando todas las políticas regionales, aquí estamos los dirigentes del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), porque no vamos a permitir un nuevo golpe de Estado", afirmó Adolfo Gil, quien participa en la movilización oficialista, junto a un grupo de trabajadores del Consejo Legislativo del estado Sucre (norte).
El oficialismo inició las concentraciones a media noche con una vigilia en Plaza Venezuela.
En la agenda de este sector, también está una caravana motorizada que recorrerá en horas de la tarde la capital de este a oeste, para unirse a la concentración en la avenida Bolívar, donde fue instalada una tarima y está previsto que asista el presidente Nicolás Maduro, así como la junta directiva del Psuv.
Por su parte, el secretario general de la coalición de partidos de oposición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús "Chuo" Torrealba, informó que a las 12:00 (16:00 GMT) cantarán el himno nacional y a las 2:00 pm (18:00) leerán un manifiesto con una agenda para los próximos días.
Las autoridades del municipio Libertador aseguraron que no permitirán concentraciones de la oposición en esa entidad, sostienen que no cuentan con los permisos necesarios.
Sin embargo, en las diferentes concentraciones de oposición que se realizan a esta hora, se divulga que el punto final de la movilización será la plaza Brión de Chaito, ubicada en el municipio Libertador.
Hasta el momento, las movilizaciones se desarrollan con normalidad, el Gobierno de Venezuela advirtió la noche del miércoles, que no tendrá contemplación con quien desencadene hechos de violencia o intente un golpe de Estado.
De igual forma, las autoridades se encuentran en búsqueda de Lester Toledo, por presunto financiamiento al terrorismo.
Toledo, Goicoechea y Merlo, son miembros del partido Voluntad Popular, fundado por el dirigente opositor Leopoldo López, condenado a casi 14 años de prisión por instigar a la violencia en las movilizaciones de febrero de 2014, en las que se registraron 43 muertos.