"O Temer presenta un programa coherente que consiga agregar a fuerzas consistentes o si no estará en la cuerda floja toda el tiempo", explicó a Sputnik el profesor de la Universidad Estadual Paulista Marco Aurelio Nogueira.
Para él, igual que para otros analistas, es clave que Temer consiga presentar una agenda de reformas para enfrentarse a la crisis económica que cuente con el aval del mayor número de fuerzas, aunque aun así las disputas internas serán fuertes.
(AI) Michel Temer cita reformas e diz que vai "recolocar o Brasil nos trilhos" pic.twitter.com/6jYL8HjLoh
— Michel Temer (@MichelTemer) 31 de agosto de 2016
El profesor de la Universidad de Campinas (Unicamp) Frederico de Almeida considera, de hecho, que el principal peligro para Temer está en sus propios aliados, como ya le ocurrió a la expresidenta Dilma Rousseff: "El gran problema será su propia base, el mercado y la opinión pública tienen unas expectativas, pero habrá que tomar medidas impopulares que no necesariamente serán facilitadas por esa base", apunta el profesor.
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Nogueira también cree que hay una disputa instalada alrededor de Temer que deberá acompañarle hasta 2018: "Tiene que ver con la dinámica del proceso electoral, hasta entonces habrá mucha disputa interna y mucha contestación por parte del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), así como de los partidos que aun siendo favorables al 'impeachment' no son favorables a Temer", apunta el analista.
Las divergencias entre ambos partidos podrán causar problemas en el Gobierno Temer, pero no son el único factor de inestabilidad: "Lo más preocupante es el avance de la Operación Lava Jato, si avanza mucho y crea un drama enorme puede perjudicar al Brasil y le hará perder credibilidad, ése es un peligro mayor, porque está fuera de control", subraya Nogueira.
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Por el momento tres ministros de Temer dimitieron por conexiones con la trama y uno de ellos, el ex ministro de Planeamiento Romero Jucá llegó a ser pillado diciendo que para frenar las investigaciones de la Lava Jato primero había que apartar a Rousseff del poder.
Nada más asumir la presidencia Temer embarcó hacia China, donde participará en la reunión del G-20, que pretende utilizar como plataforma para presentarse ante la comunidad internacional como el nuevo presidenta e Brasil con todas las garantías.
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Para los analistas las suspicacias que Temer despertaba en el terreno internacional durante los meses de interinidad se irán disipando poco a poco, a pesar de la beligerancia de países como Cuba, Venezuela, Ecuador y Bolivia.
"Desde mayo hasta aquí hemos vivido una situación atípica, pero a partir de ahora todo volverá a la normalidad, la ONU no va a intervenir en Brasil, la OEA tampoco, no hay mucho desgaste internacional, y si lo hubo ya ha pasado", apunta Nogueira, que cree que la idea del PT de provocar animadversión hacia Brasil ha fracasado.