"Hoy en día adquiere prioridad la consolidación de las bases legales de la seguridad del país", remarcó, pues "Kazajistán, como todos los países del mundo, se enfrenta a la amenaza terrorista".
"El Estado debe combatir los intentos de fuerzas externas e internas de desestabilizar la sociedad y aprovechar estos acontecimientos (de Aktobe y Almaty) con fines de lucro", destacó.
El presidente kazajo instó a los parlamentarios a examinar "siete proyectos de ley para la lucha contra el extremismo y terrorismo, sobre la actividad de los servicios de inteligencia, el registro dactiloscópico y genómico, la seguridad informática del país".
El pasado 5 de junio varios hombres armados irrumpieron en dos tiendas de armas en la ciudad kazaja de Aktobe (en el noroeste del país) y luego con un vehículo secuestrado embistieron la entrada de una unidad militar abriendo fuego indiscriminado.
Las fuerzas de seguridad eliminaron a 18 atacantes y detuvieron a otros nueve.
El pasado 18 de julio un hombre armado atacó a los agentes de policía en Almaty.
Murieron seis personas, otros seis agentes policiales y dos civiles fueron hospitalizados.
Tras los ataques, las autoridades declararon el máximo nivel de amenaza terrorista y lanzaron una operación antiterrorista.