"El narrador uruguayo Juan Carlos Onetti dice en su novela "El pozo" que no hay peor mentira que contar todos los hechos sin su alma", observó Caetano.
"Supuestamente se ha utilizado un elemento constitucional y el procedimiento ha sido el correcto, pero nada de eso ha ocurrido: el alma de los hechos, que es lo que se está ocultando, refiere a un golpe de Estado", explicó Caetano, profesor del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de la República.
A su juicio, la destitución de Rousseff forma parte de un nuevo repertorio de golpes de Estado que preocupa mucho en América Latina.
"Se trata de una etapa en la que mediante instrumentos constitucionales, pero vaciándolos de contenido, se cambian gobiernos y se generan gobiernos que no son elegidos por el pueblo, con lo cual se convalida un golpe", dijo Caetano.
La presidencia de Brasil pasa ahora a su vicepresidente, Michel Temer del centroderechista Partido del Movimiento Democrático Brasileño, que la venía ejerciendo de forma interina desde el 12 de mayo.
"Aquí no se ha podido probar los crímenes de responsabilidad adjudicados a la presidenta Dilma y en realidad desde el comienzo la intención fue cambiar un Gobierno, cambiar absolutamente sus contenidos y orientaciones", dijo el historiador.
"Pero esto no ha podido ser demostrado, esto quedó muy claro en la parte final del impeachment, lo aclaró muy bien la presidenta", destacó Caetano.
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Este miércoles asume para concluir el mandato de Rousseff quien fue su vicepresidente y mandatario interino desde mayo, Michel Temer, al frente de un proyecto político diferente.