"No se ha podido cumplimentar el peritaje de autopsia psicológica por carecer de los elementos de análisis requeridos para ello", señaló el informe.
La junta de especialistas advirtió que no hay indicios de que el fiscal, muerto de un balazo en la cabeza el 18 de enero de 2015, estuviera afectado por algún síndrome o trastorno psíquico relacionado con una conducta autodestructiva, de acuerdo a las personas entrevistadas y a los autos que se analizaron hasta el momento.
El resultado fue presentado a la jueza de instrucción Fabiana Palmaghini, que investiga la muerte de Nisman.
La autopsia psicológica consistía en un revelamiento retrospectivo del estado del fallecido en cuanto a su conducta, a su personalidad y a la situación emocional que podían describir personas allegadas.
Esta pericia fue una de las medidas que reclamó la parte querellante en el proceso, representada por las hijas y la expareja del fiscal, la jueza Sandra Arroyo Salgado, que sostienen la hipótesis del homicidio.
El fiscal estaba a cargo desde hacía una década de la investigación del atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de 1994, en el que fueron asesinadas 85 personas.
Cuatro días antes de morir, el fiscal denunció a la entonces mandataria Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) por encubrir a altos cargos iraníes acusados por la justicia argentina de haber planificado el atentado.
Nisman apareció sin vida en su apartamento de Buenos Aires, de un tiro en la sien, a un día de tener que sustentar su denuncia ante el Congreso.