Gracias a los avances en este ámbito, nadie puede competir a día de hoy con Rusia. Por ejemplo, el Ejército de EEUU, desde hace ya varias décadas, no ha avanzado en el desarrollo de sistemas de bloqueo de los radares de un hipotético enemigo y eso ha hecho que se haya quedado a la zaga.
El comandante de las fuerzas terrestres de la OTAN en Europa, el teniente general Ben Hodges, en muchas ocasiones ha planteado esta cuestión en medios occidentales y ha señalado que las comunicaciones dentro de la alianza se ven amenazadas.
Según apunta el medio, los estadounidenses hace dos años que reconocieron sin complejos la superioridad de los radares rusos y los sistemas de EEUU poseen solo una décima parte de las capacidades de Rusia para deshabilitar aparatos electrónicos.
Uno de los sistemas que es capaz de desorganizar el control entre de las fuerzas enemigas es el complejo Múrmansk-BN, desplegado en la península de Crimea, que es capaz de alcanzar blancos a una distancia de más de 5.000 kilómetros, lo que equivale a todo el territorio de la Unión Europea.
"Una vez el sistema está activado, se puede realizar un rastreo de las señales de radio enemigas y llevar a cabo su intercepción y posterior supresión. Esto quiere decir que, en un combate real, el adversario va a quedarse sin medios de comunicación, algo que hará imposible el control sobre sus fuerzas armadas", detalla la nota.
Dichos sistemas ya son utilizados por varias unidades de las Fuerzas Armadas de Rusia, incluso en el Lejano Oriente ruso. En la actualidad, estas armas desempañan el trabajo de perturbar la entrega de datos de aviones de reconocimiento. Pero este sistema no es la única medida con la que Rusia garantiza su seguridad en el ámbito de la transmisión de datos en las fronteras del país.
Los militares rusos, por primera vez, realizaron un bloqueo informático de un adversario virtual al ejecutar el reconocimiento de las líneas de comunicación y apagarlas con un efecto radioeléctrico. A raíz de este ataque, fueron deshabilitados los canales de radio militares y las líneas de telefonía móvil GSM, así como los navegadores GPS. Todo esto tuvo como resultado el sabotaje completo de las comunicaciones de las fuerzas enemigas.
Más tarde, el dron Leer envió a los móviles de los comandantes de las unidades enemigas un mensaje en el que se les pedía que se retirasen de la zona, que iba a ser atacada con lanzacohetes múltiples y misiles incendiarios.
Simultáneamente, cerca de la ciudad rusa de Novorossiysk, los militares rusos suprimieron los sistemas de defensa antiaérea navales mediante el uso de armas de guerra electrónica.
Los cazas y bombarderos equipados con el sistema Jibini 'cegaron' los radares navales y costeros y 'prepararon' los blancos para ser sometidos a un ataque aéreo masivo.
En este ejercicio tomaron parte los aparatos más sofisticados de las FFAA rusas: los sistemas de guerra electrónica Moskvá-1, Borisoglebsk-2, el dron Leer, la estación de interferencia R-378 y el sistema de control técnico Dziudoist. El servicio de prensa del Distrito Militar Sur señaló también que las maniobras se realizaron teniendo en cuenta la experiencia adquirida en los conflictos militares modernos.
De hecho, aunque los militares rusos utilizan sofisticados aparatos, las FFAA rusas también corren el riesgo de quedarse 'a oscuras' por culpa del adversario, pero los militares rusos ya lo tienen en cuenta.
"Mientras unas empresas desarrollan los medios de supresión de comunicaciones enemigas, otras desarrollan sus propias comunicaciones", dice la publicación.
"El sistema es capaz de funcionar de manera estable en ciudades con alta densidad de población, en montañas, en bosques, en desiertos y en la región ártica", declaró el director general adjunto del Consorcio ruso de construcción de instrumentos de precisión (OPK).
El autor del artículo concluye que las noticias sobre nuevos avances en este campo señalan que el potencial de las Fuerzas Armadas rusas sigue en aumento, algo que ayudará al país eslavo a mantener el liderazgo en este importante ámbito.